Los Pelicans han variado su táctica con respecto a Anthony Davis. La llegada de David Griffin a los despachos ha implicado un giro en este caso. Griffin ejerce como vicepresidente ejecutivo y quiere que Davis se quede. Ahora tiene que convencer al jugador.
Ambos se reunieron ayer en Los Ángeles. El encuentro lo avanzó Shams Charania y lo confirmó Adrian Wojnarowski. Será la primera de una serie de conversaciones entre el directivo y el jugador. El objetivo de Pelicans no es otro que retenerle. Algo que se antoja muy complicado. No parece que Davis vaya a recular en su idea de marcharse. Más aún al ver cómo le trató el club en la segunda parte de la temporada.
Davis tiene 26 años. Es una superestrella. Hizo números de MVP en la primera parte de la temporada. Luego nada pudo hacer. Dijo al club que se quería marchar. Pelicans se fue del mercado invernal sin traspasarle. Y a partir de ahí le redujo drásticamente sus minutos en pista.
Ahora es diferente. Griffin ha querido presentar a Davis una serie de mejoras que se han hecho en el club. En diversos apartados. Le ha hecho saber que se va a mejorar la plantilla. Y luego está Zion Williamson. El que va a ser número 1 del próximo draft. El regalo que le va a caer a los Pelicans. Juntar a Williamson y a Davis sería fantástico.
El jugador es elegible para firmar una extensión supermáxima de contrato. A partir del 1 de julio. Montante económico: 239 millones de dólares por 5 años. Algo que parece lejano.
Otra opción es negociar su traspaso. Equipos que están a la espera... Lakers, Clippers, Celtics y Knicks. Fundamentalmente.
Habrá que ver qué dan de sí todas estas conversaciones. Pero, hoy por hoy, Davis está más fuera que dentro del equipo de Nueva Orleans.