Respiran los Warriors. La resonancia magnética que se le ha practicado a Andre Iguodala ha tranquilizado a todos. La lesión que sufre no es grave. Se localiza en la parte baja de la pierna izquierda. Y le obligó a abandonar el juego anoche.
Iguodala abandonó definitivamente el partido en el tercer cuarto. Pero no se sabe muy bien cuándo se lesionó.
Su baja se unía a las de Kevin Durant y DeMarcus Cousins. Por eso preocupaba aún más de lo normal. Sin embargo, horas después todo es optimismo.
Primero, porque la lesión es leve. Ello hace que la participación del alero esté en duda de cara al cuarto partido de las Finales del Oeste. Ese partido se jugará mañana lunes en Portland. Segundo, porque Warriors está 3-0 en la serie. Y eso supone un gran margen a la hora de manejar su lesión.
Iggy no está ofreciendo cifras buenas ante Blazers. Pero su participación en el juego va más allá de esos números. A través de su defensa y de otros intangibles del juego. Sin ir más lejos, una defensa suya sobre Damian Lillard resultó decisiva en el segundo partido.