El novato Trae Young salvó la noche con una canasta casi imposible. La anotó sobre la bocina de la prórroga y supuso la victoria de Atlanta sobre unos desconocidos Bucks por 136-135.
Los Bucks jugaron sin 4 de sus 5 titulares. Y sin algunos de sus más renombrados suplentes. El equipo de Milwaukee resultaba irreconocible.
Young tuvo una gran noche organizativa (16 asistencias y solo 1 pérdida) y una penosa jornada anotadora. Llegó a esa jugada final con 10 puntos y 4 de 18 en el tiro. Pero al final acertó. Parecía imposible resolver así el partido, pero lo resolvió.