Los Sixers resistieron la brutal acometida del mejor Antetokounmpo. El griego hizo un partido memorable en el que hizo su récord anotador en la NBA tras un duelo apoteósico con Joel Embiid en un partido en el que también emergió en los momentos decisivos el visitante Jimmy Butler.
Dominaron el marcador los Sixers en Milwaukee de principio a fin, pero los Bucks nunca se rindieron y agotaron sus opciones hasta el último suspiro. Al final, triunfo de los visitantes por 125-130 para convertirse en el cuarto equipo de la NBA que se clasifica para los playoffs tras Bucks, Raptors y Warriors.
Del duelo entre Anteto y Embiid salieron números estratosféricos. ¡El griego hizo 52 puntos, 16 rebotes y 7 asistencias con 3 triples y 19 de 21 en libres! Metió 35 puntos en la segunda parte. ¡El camerunés respondió con 40 puntos, 15 rebotes, 6 asistencias, 3 robos y 4 triples!
Su duelo cobró momentos épicos en el último cuarto, un cuarto que acabó con parcial de 43-41 tras meter 18 puntos Antetokounmpo y otros 18 Embiid, pero en la recta final se metió en ese magnífico duelo un decisivo Jimmy Butler, que tras hacer un gran período final acabó con 27 puntos.
Sixers siempre fue por delante, llegando a adquirir 14 puntos de ventaja en la primera parte, que acabó 53-62. Por entonces, Anteto llevaba 17 puntos y 7 rebotes y Embiid estaba en 16 con 10. Había brillado en los locales D.J. Wilson, con Khris Middleton en un pobre 2 de 10 en el lanzamiento y con Nikola Mirotic sin encontrar su tiro tras salir como titular por la importante baja del lesionado Malcolm Brogdon. El rebote mató a los locales en la primera parte.
El tercer cuarto empezó siendo de J.J. Redick, pero pronto Antetokounmpo se echó a su equipo a las espaldas (metió 17 puntos en este cuarto). Mirotic seguía negado en el tiro de 3 y el período finalizó con 82-89. Por entonces, Ben Simmons seguía casi sin mirar el aro y solo llevaba 4 puntos.
El último cuarto de Anteto, Embiid y Butler fue grande, muy grande, para enmarcar, y el espectáculo fue creciendo. Otro equipo se habría rendido ante la superioridad de Sixers, pero Bucks nunca lo hizo, insistió e insistió hasta apurar a su rival. Ni impotencia ni frustración, Milwaukee vivió de su fe y del extraordinario despliegue físico y técnico de su gran estrella.
Anteto hizo un matazo posteando a Simmons -antes había hecho lo mismo con Marjanovic- para poner el 114-118, pero Simmons respondió con un mate en la cara del heleno (114-120). El partido cobraba tintes espectaculares.
Un triple de Embiid puso el 116-123 a 34,9 segundos del final. Parecía el tiro definitivo, pero no lo fue. Porque los locales no se rindieron. Y el colofón de esa lucha vino con un triple a la carrera desde su casa de Brook Lopez para poner el 123-126 con 6,9 segundos por jugar. Pero llegó Embiid y no falló desde los libres para completar su gran noche.
Tremendo partido, tremendo duelo. Los playoffs en el Este prometen ser apasionantes.