Triple frustración en Oklahoma. En primer lugar, los aficionados se quedaron sin abuchear a su exjugador Kevin Durant. En segundo lugar, el debut publicitario en las camisetas del equipo fue un desastre deportivo. En tercer lugar, su estrella Russell Westbrook se estrelló.
Warriors goza de buena salud. Tras algunos tropiezos inexplicables, especialmente el sufrido ante Phoenix, el equipo se ha rehecho y ha sido capaz de ganar a Rockets y Thunder sin contar en ambos partidos con el lesionado Kevin Durant.
Pero es que, además, Golden State ofreció anoche uno de sus más completos partidos defensivos del curso para dominar a Thunder de principio a fin. Los visitantes tiraron de ataque con su 27-40 del primer cuarto, pero luego fueron todo defensa.
El equipo californiano se fue al descanso ganando 46-64 con 19 puntos de un acertado Stephen Curry, y el encuentro ya no tuvo emoción alguna hasta terminar 88-110.
Thunder acabó el choque con un 32% en el tiro de campo (haciendo 96 lanzamientos). Su ataque fue una piltrafa y el mejor ejemplo del desastre ofensivo fue Westbrook, que terminó con 7 puntos tras hacer un 2 de 16 en el tiro que incluyó un 0 de 7 desde el triple.
Mientras Russ firmaba un partido para olvidar y mostraba su frustración en la cancha, Curry se divertía en la pista con sus 33 puntos, 7 rebotes y 5 triples para liderar la victoria de los suyos. Klay Thompson le acompañó con 23 tantos y 8 rebotes.
Oklahoma, mientras, firmaba un pobre partido con la televisión nacional como testigo. Paul George acababa como su mejor hombre con 29 puntos y 13 rebotes, pero con 9 de 25 en el lanzamiento, y Dennis Schröder era el único que le secundaba con 15 tantos desde la segunda unidad.