A Kristaps Porzingis se le vio anoche sentado a pie de pista departiendo alegremente con el propietario de los Mavs, Mark Cuban, durante el partido que enfrentó a su equipo contra San Antonio Spurs. Motivos tenía para estar alegre el pívot letón.
El último entrenamiento del lesionado Porzingis incluyó juego de 3 contra 3, una práctica en la que Rick Carlisle, su entrenador, vio a Porzingis "espectacular".
Pues bien, mañana ese 3 contra 3 se convertirá en un 5 contra 5 sin restricción alguna, un 5 contra 5 con pleno contacto físico que supondrá un paso enorme en la rehabilitación del ex de los Knicks.
Ello no hará cambiar los planes de los Mavericks. Estos siguen siendo los mismos: Porzingis no jugará esta temporada.
La idea del club texano es que esta temporada en blanco le sirva para recuperarse de forma total de su lesión de rodilla sin soportar presión alguna. Y que la próxima campaña Porzingis forme un dúo más que atractivo con Luka Doncic a la espera de que Dallas pueda hacerse en el mercado estival con una tercera estrella.