Russell Westbrook ha sido multado por la NBA con 25.000 dólares por la forma en que se dirigió a un aficionado de Utah Jazz y a su esposa, pero peor le ha ido al aficionado, ya que no podrá acudir nunca más al pabellón de los Jazz para ver jugar a su equipo.
Utah Jazz ha establecido una prohibición permanente a dicho aficionado, Shane Keisel, por dirigirse a Westbrook en términos despectivos y racistas.
"No hay lugar en nuestro juego para ataques personales o falta de respeto", ha indicado Utah Jazz en un comunicado.
La reacción airada de Westbrook, asegurando que iba a joder al espectador y a su mujer, le ha costado una multa.
Jugadores de Jazz como Donovan Mitchell o Rudy Gobert habían expresado su apoyo al jugador, y el presidente de Jazz, Steve Starks, ha indicado que el club aspira a que su equipo y los rivales jueguen "en un ambiente seguro y positivo". De ahí la dura sanción al aficionado.
Por su parte, Michele Roberts, directora ejecutiva de la asociación de jugadores (NBPA), ha insistido en la necesidad de que exista "tolerancia cero" con este tipo de actitudes por parte del público, en declaraciones a Marc J. Spears, de The Undefeated.