¿Qué pasa por la cabeza de Kemba Walker? Nadie lo sabe más que él y sus más allegados, pero lo cierto es que crece la impresión de que la gran estrella de Charlotte Hornets está, hoy por hoy, más dispuesto a irse del equipo que a quedarse.
Walker está en su último año de contrato (cobra 12 millones de dólares) y anda a las puertas de una gran escalada en su salario. Pero la gran pregunta es si buscará o no otro destino.
Las perspectivas en la franquicia de Michael Jordan no son muy halagüeñas. El equipo va décimo en el Este con marca de 29-35. Ahora mismo estaría fuera de los playoffs, pero sigue luchando a brazo partido con Miami y Orlando en pos de la octava plaza que da acceso a la postemporada.
Es The Athletic quien considera que Kemba está más cercano a la salida que a la permanencia.
El jugador tiene 28 años, está en su octava campaña NBA y en las 7 anteriores solo accedió 2 veces a playoffs sin gran recorrido, y todo eso pesa. Pero sobre todo pesa la gris trayectoria del equipo esta temporada.
Kemba, mientras, está en sus mejores números de siempre. Promedia 25 puntos, 4,2 rebotes y 5,8 asistencias en 64 partidos tras un enorme arranque en octubre (30,1 puntos en 8 juegos) y su notabilísimo mes de febrero (29,1 puntos, 6 asistencias y 1,6 robos de balón).
Lo cierto es que el 3 veces All-Star quedó un tanto frustrado en febrero cuando en el mercado invernal no llegó ningún refuerzo al equipo, a pesar de que Charlotte persiguió con ahínco a Marc Gasol, que terminó en Toronto Raptors.
Todas estas circunstancias llevan a pensar que Walker no está feliz y en Charlotte tiemblan ante la posibilidad de su marcha.