Anthony Davis no se mueve. Se cerró el plazo para los traspasos y la estrella de los Pelicans sigue en los Pelicans a pesar de los muchísimos rumores que le han rodeado y del empeño de los Lakers por hacerse con él.
Las negociaciones entre Lakers y Pelicans parecieron por momentos un serial en el que todo se filtraba a intereses de unos u otros, y en ese marco es difícil cerrar una negociación. Como se ha comprobado, muchos de los traspasos cerrados no habían levantado ni siquiera la menor sospecha, desarrollándose en las antípodas del mediático culebrón que ha rodeado a Davis.
A eso se unía que a Pelicans le venía bien aguantar hasta julio, donde habría más contendientes por el jugador, especialmente Boston Celtics, que no podía hacerse con él ahora por cuestiones normativas.
Además, la irrupción de Rich Paul, agente de Davis, para pedir el traspaso siendo también representante de LeBron James y amigo de este desde la infancia no favoreció el buen ánimo de Pelicans hacia Lakers.
Lo cierto es que Davis terminará saliendo sí o sí de Pelicans, pero eso se determinará el próximo verano.
El rumor más alto y prolongado del mercado de invierno se ha quedado al final en nada. Tampoco es una gran sorpresa.