Fue una noche extraña para Sixers, también para el local Kyle Lowry. Los primeros sorprendieron con la adquisición de Tobias Harris y jugaron muy mal hasta perder. Lowry, mientras, estaba en constantes rumores de traspaso, pero se rehizo, completó un buen partido y ganó.
Lowry tenía además un lado emocional extra, ya que jugaba ante el equipo de su ciudad natal. Su primera parte fue estupenda (17 puntos) y fue en esa primera parte en la que se decidió el encuentro con un 55-72 para Toronto.
Los Raptors arrasaron en esa primera mitad y conservaron en la segunda hasta vencer 107-119 para situarse con 39-16 por el 34-20 de unos Sixers que estuvieron rematadamente mal en defensa en los primeros 24 minutos, llegando a encajar 40 puntos en el primer cuarto.
Kawhi Leonard, Serge Ibaka y el citado Lowry llevaron la manija del partido. El alero hizo 24 puntos y se fue 17 veces a los libres, el internacional español volvió a brillar con 20 puntos y 10 rebotes en 27 minutos con un 10 de 15 en el tiro de campo y Lowry acabó con 20 tantos y 5 triples tras su gran primer tiempo.
Los Sixers no funcionaron. No es de extrañar. J.J. Redick no jugó y 2 de sus 5 titulares anoche sabían que habían sido traspasados. Fueron los casos de Landry Shamet y Mike Muscala, que jugaron muchos minutos y no rindieron bien.
El mejor visitante fue, sin duda, Joel Embiid, autor de 37 puntos y 13 rebotes. Se fue nada menos que a 42 minutos. Atrás queda aquel físico que podía romperse en cualquier momento.
Además, 20 tantos de Ben Simmons, que disputó 44 minutos, y 18 de Jimmy Butler.