Stephen Curry se vistió de jugador inalcanzable y unos excelentes Mavericks lo pagaron con la derrota. Dallas luchó hasta el fin para ganar a los Warriors, pero los vigentes campeones se mostraron inaccesibles en el momento de la verdad.
En ese momento crucial, apareció Curry en ataque, pero también Draymond Green en defensa para poner un tapón a Jalen Brunson. Y Golden State ganó, no sin sufrimiento, por 114-119 un partido que siempre tuvo en la mano, que siempre dominó en el marcador, aunque nunca fuera capaz de cerrarlo de manera anticipada.
Lo de Curry fueron palabras mayores. Terminó con 48 puntos, 6 rebotes, 5 asistencias y 11 triples anotados, con notables porcentajes de acierto en el tiro y sin perder un solo balón en todo el encuentro. Fue el MVP del partido sin discusión, el dominador de la cancha, mientras que en el equipo rival Luka Doncic volvía a ser el mejor gracias a su desparpajo y calidad.
Al lado de Steph, los 28 puntos de un completo Kevin Durant y el buen último cuarto de Klay Thompson, que estuvo errático en el tiro casi toda la noche. Pero no hay que olvidar la intensidad de Draymond Green y Andre Iguodala, aunque su doble esfuerzo no se reflejara en el campo estadístico.
Warriors hizo 99 tiros en juego y solo dispuso de 12 libres, pero se apañó para ganar un partido que se le complicó desde el principio, desde que Dallas se impuso 29-25 en el primer cuarto con una gran aportación de jugadores suplentes y un notable inicio del titular Wesley Matthews.
Al descanso se llegó con 54-62. Por entonces, Warriors empezaba a aplicar su dominio con 41 puntos anotados entre Curry (24 y 5 triples) y Durant (17 y 6 rebotes). Y con el técnico local, Rick Carlisle, muy enfadado con algunas decisiones arbitrales.
Llegó el tercer cuarto y los texanos no se rindieron. Es más, acortaron distancias para terminarlo perdiendo solo por 88 a 92. Curry, Durant y Doncic seguían siendo las referencias ofensivas en la pista.
En el cuarto final reinó el equilibrio. Esta vez, Luka Doncic no pudo desequilibrar en los momentos estelares. Ese lugar le correspondió a Curry. Decisiva en ese final la pérdida de balón absurda de Harrison Barnes cuando jugaba para forzar la prórroga en los últimos segundos. Perdió el balón sin mediar rival alguno y sin ni siquiera intentar el triple necesario, y ahí se le esfumaron todas las esperanzas a los locales.
Doncic acabó con 26 puntos, 6 rebotes, 5 asistencias y 5 triples. Sigue a un nivel estelar. Barnes hizo 22 puntos -su incapacidad para doblar el balón es un auténtico lastre- ante su exequipo, DeAndre Jordan sumó 13 puntos y 14 rebotes y Brunson y Devin Harris hicieron un muy buen papel como bases cubriendo las bajas de los lesionados Dennis Smith Jr. y J.J. Barea.