Los Sixers se han impuesto a los Knicks en el Madison por 105-108 tras perder una notable ventaja y acabar sufriendo de mala manera. De ganar por 16 puntos al descanso (50-66) a tener los locales un triple final que hubiera forzado la prórroga si hubiera entrado.
El partido nos dejó dos nombres propios: el local Kevin Knox y el visitante Ben Simmons.
Simmons enamoró a todos. Desde el salto inicial se le vio fluido y muy implicado en el juego, fácil, sobrado. Terminó el partido con un doble 20 y a un paso del triple-doble. Sus números: 20 puntos, 22 rebotes y 9 asistencias con 10 de 13 en el tiro de campo.
El novato Knox fue el mejor del equipo neoyorquino. Batió su marca anotadora en la liga y se convirtió en el sexto jugador más joven de la historia en alcanzar los 30 puntos. Sumó al final 31 puntos y 7 rebotes. Calidad le sobra.