José Juan Barea sigue haciendo camino en el baloncesto. El armador boricua cumplió anoche 800 partidos en la NBA, 800 partidos de temporada regular en los que ha jugado solo con dos equipos: Dallas Mavericks (606 juegos) y Minnesota Timberwolves (194).
No fue muy feliz la celebración de esos 800 encuentros, ya que Dallas se hundió en la segunda parte para perder 97-107 con los Lakers. J.J. fue de los pocos jugadores salvables del equipo texano con 11 puntos y 3 asistencias en 19 minutos de acción.
El base de Mayagüez, que hace escasas fechas celebró sus 600 partidos con Mavericks, se convierte en el undécimo jugador no drafteado tras pasar o bien por el instituto o bien por la universidad de Estados Unidos que alcanza los 800 partidos en la liga desde que en 1976 se unificaran la NBA y la ABA. Un dato bien revelador del logro alcanzado por J.J.
Barea siempre tuvo que luchar ante lo demás por su pequeño tamaño en una liga de gigantes, pero suplió esa carencia física con una técnica exquisita y con un notable tiro.
Pese a no ser drafteado tras su paso por la modesta Northeastern, Barea está ya en su decimotercera temporada en la NBA (10 con Mavs y 3 con Wolves). En ese tiempo ganó un anillo con Dallas y promedió 9 puntos y 3,9 asistencias en 19,7 minutos, siendo titular 102 veces.
Lo impresionante de Barea es el estado de forma en el que está con 34 años. Su temporada está siendo sobresaliente. De hecho, promedia 10,9 puntos y 5,6 asistencias en 36 partidos jugando 19,8 minutos. Es decir, jugando prácticamente lo mismo que la media de su carrera hace más puntos y asistencias que la media de dicha carrera.
Más allá de los números, de lo que no hay duda es de que J.J. es una pieza clave en estos Mavs, tanto en su vestuario como en su segunda unidad cuando está en pista.