Parece que Markelle Fultz ya ha encontrado el origen de sus males. El jugador de los Sixers padece el síndrome de abertura torácica, un mal que afecta a los nervios situados entre el cuello y el hombro derecho y que está causando estragos en su juego.
Especialmente en su tiro, ya que el jugador ve afectadas con la lesión partes de su cuerpo que son esenciales a la hora de lanzar a canasta.
Fultz, según publica ESPN, podría perderse entre 3 y 6 semanas de juego.
El número 1 del draft de 2017 consultó a varios especialistas la pasada semana hasta dar con el origen exacto de su lesión, una lesión que arruinó su temporada de debut en la NBA y que ya está lastrándole en esta su segunda campaña como profesional.
El base ha consultado a una decena de especialistas en el último año.
Todo apunta a que podrá recuperarse con terapia física (fisioterapia) y algún tipo de tratamiento para aliviar el dolor que sufre.