Emotivo homenaje a Paul Allen. En el Moda Garden, su pabellón, la sede deportiva del club que Allen dirigió durante 3 décadas. Fue una jornada especialmente dura para la franquicia, que perdió hace unos días a su propietario como consecuencia de un cáncer.
Portland Trail Blazers se enfrenta a un gran vacío. El mismo vacío que el club quiso hacer sentir de forma simbólica colocando una gorra del equipo y una rosa en el asiento vacío de Allen en medio de un gran silencio que contrastó con la fiesta que se vivió durante todo el partido al recibir Portland a los Lakers de LeBron James.
En la banda, el técnico local, Terry Stotts, portaba una gran rosa en el ojal de su traje. Y en la grada, viéndolo todo, el comisionado de la NBA, Adam Silver.
Luego, todo dio paso al deporte en sí, y en ese terreno ganaron los Trail Blazers. Una victoria por 128-119 que todos dedicaron al fallecido Allen, al propietario que no dejó de estar implicado con el equipo desde que lo compró en 1988. Le hubiera encantado ver la victoria de los suyos anoche. A buen seguro que le hubiera encantado.