La Conferencia Oeste alza aún más su vuelo con la llegada de LeBron James, que abandona por primera vez en su carrera el Este. Los Lakers se convierten así en la gran atracción con permiso de los grandes favoritos, que no son otros que los Warriors.
Houston es el gran rival para Golden State, siempre que DeMarcus Cousins no se recupere al 100% de su lesión, porque en ese caso no tendría que haber rivales de ningún tipo para los de Steve Kerr.
Habrá que estar atentos al crecimiento de un equipo talentoso como Denver Nuggets, al rendimiento de OKC Thunder una vez se ha ido Carmelo Anthony y a incógnitas como los Spurs, los Timberwolves o los Pelicans. Portland y Utah son equipos que funcionan como tales porque están muy bien estructurados.
En la cola del Oeste las escuadras de los 2 primeros del último draft, Phoenix Suns (Deandre Ayton) y Sacramento Kings (Marvin Bagley III). Habrá que ver qué reacción ofrece Dallas con las llegadas de DeAndre Jordan y Luka Doncic. El Oeste siempre depara espectáculo del bueno.
Toca ahora repasar los equipos en liza ateniéndonos a las divisiones, con el recuerdo de la maravillosa igualdad preñada de calidad que nos deparó el pasado curso la División Noroeste, con sus 5 equipos en 46 o más victorias.
DIVISIÓN NOROESTE
PORTLAND TRAIL BLAZERS (49-33 en la pasada temporada regular y 3-2 en pretemporada).- Terry Stotts y sus chicos nos deparan pequeños grandes milagros año a año, pero en algún momento ese extraordinario rendimiento tendrá que decaer. ¿Será este año?
El equipo presenta pocas novedades respecto al pasado ejercicio. De nuevo el liderazgo estará en manos de Damian Lillard con C.J. McCollum como segunda opción y Jusuf Nurkic como tercera. Se trata de un equipo joven con indudable calidad, pero sobre el que va a pesar la falta de evolución de algunos de sus integrantes. Llegan dos tiradores con buen nivel como son Seth Curry y Nik Stauskas, algo que cobra valor en los tiempos que corren, tiempos en los que el tiro de 3 empieza a resultar imprescindible en la NBA.
OKC THUNDER (48-34 y 3-1).- Los Thunder sin Carmelo Anthony. Por nombre y calidad, la pérdida de Melo es pérdida de poderío, pero muchos piensan, no sin argumentos, que la marcha de Carmelo puede beneficiar al juego del equipo, una escuadra que volverá a estar capitaneada por el irresistible Russell Westbrook, el rey del triple-doble y de la intensidad en cancha, con el apoyo incuestionable de Paul George, un jugador que ya cuajó (tanto en pista como en el vestuario) en su primer año con el equipo. El recién llegado Dennis Schröder y el pívot Steven Adams deberían ser también piezas clave en el organigrama de Billy Donovan.
Andre Roberson sigue lesionado, una baja importante en materia defensiva que abre pista a jugadores como Terrance Ferguson, Álex Abrines o el ex de Sixers Timothe Luwawu.
Estos Thunder entrarán, sin duda, en playoffs, pero no parece que tengan fuelle suficiente para pelear de verdad con los grandes aspirantes al título, léase Warriors y Rockets.
UTAH JAZZ (48-34 y 5-0).- Sorpresa absoluta la ofrecida el pasado curso por los Jazz de Quin Snyder, equipo al que ha llegado esta temporada el técnico griego con experiencia en España Fotis Katsikaris y que ha completado una pretemporada perfecta con balance de 5-0.
Esa temporada enorme se basó en la gran explosión del novato Donovan Mitchell, un jugador que dejó a muchos boquiabiertos, la brutal solvencia defensiva de Rudy Gobert, la gran adaptación de Ricky Rubio a su nuevo equipo (¡quién le iba a decir que le iba a ir mejor que a Minnesota!) y la sapiencia en la circulación de balón de ese jugador ciertamente atípico y tremendamente efectivo que es Joe Ingles.
Se trata de un equipo compacto que ha apostado por la continuidad (apenas 3 bajas y 3 altas este verano). La plantilla es profunda con jugadores como Jae Crowder, Derrick Favors o Alek Burks. Promete bastante el novato Grayson Allen, un notable anotador, y habrá que ver si Dante Exum puede jugar por fin una temporada libre de lesiones.
MINNESOTA TIMBERWOLVES (47-35 y 1-4).- El camino contrario a Utah. La pretemporada de Minnesota ha sido pura descomposición. Una preparación cargada de tensiones a partir del tinglado montado alrededor de Jimmy Butler. El alero llegó el año pasado para liderar un proyecto ganador cargado de ambición y ya quiere irse de ese proyecto a las primeras de cambio porque no está a gusto.
Tom Thibodeau tiene ahora una papeleta difícil de resolver tras su intento de rodearse de una guardia pretoriana procedente de los antiguos Bulls (Jimmy Butler, Derrick Rose, Taj Gibson). Ahora, el equipo está en una tesitura muy delicada. No puede malvender a Butler, pero tampoco parece pertinente que el jugador se quede en un equipo en el que no quiere jugar.
Con Butler perdiéndose entrenamientos y no jugando un solo partido de pretemporada, el peso del equipo ha de recaer sobre el joven Karl-Anthony Towns, un jugador como la copa de un pino, toda vez que Andrew Wiggins parece difuso, tal y como ha dejado ver en la pretemporada. Jeff Teague y Taj Gibson tendrán que aportar oficio y la gran esperanza es ver a un Rose con cierta plenitud física -su pretemporada ha sido un canto a la esperanza-. El equipo es menos poderoso que el año pasado, ya no solo por el 'affaire' Butler, sino también porque el equipo ha perdido a Jamal Crawford y Nemanja Bjelica.
DENVER NUGGETS (46-36 y 4-1).- Este es un equipo a seguir y muy en serio. La pasada temporada perdió el acceso a los playoffs en un dramático último encuentro, pero en esta ocasión no se le puede escapar la post-temporada adquirida ya la triste experiencia de perderlo todo en el último momento.
Estamos ante un equipo de extrema calidad, y muy joven. Su líder natural no es otro que el talentoso Nikola Jokic, un jugadorazo, pero en torno a Jokic tenemos a jugadores como Jamal Murray (21 años), Gary Harris (24) y el All-Star venido un poco a menos Paul Millsap. Habrá que ver la evolución de jugadores como Juancho Hernangómez, Trey Lyles o Mason Plumlee, así como el impacto que puedan tener o no dos jugadores con mucha calidad y con nulo físico hoy por hoy por culpa de las lesiones: Isaiah Thomas y Michael Porter Jr. ¡Con estos dos sanos (Porter Jr. podría perderse la temporada)...! Este equipo sería ya la bomba.
El gran sacrificio para Denver ha sido perder a Wilson Chandler. Mientras, los viejos aficionados al baloncesto podrán ver en el banquillo junto a Michael Malone al exjugador Mark Price, ese tipo que tiraba como los ángeles. Sigue en ese cuerpo técnico el español Jordi Fernández.
DIVISIÓN PACÍFICO
GOLDEN STATE WARRIORS (58-24 y 1-4).- Más madera, pero con efecto venidero. La llegada de DeMarcus Cousins este verano a los Warriors causó estupor en toda la NBA. Es cierto que el jugador está conviviendo con una gravísima lesión, pero no es menos cierto que de recuperarse plena o casi plenamente de ella Golden State habrá añadido a su plantel un jugador inmenso. ¿Cuántos tipos pueden hacer en la NBA, tal y como hizo Cousins, un partido de 44 puntos, 23 rebotes y 10 asistencias? El de Alabama es un jugador diferencial que se puede unir a otros 4 jugadores igualmente desequilibrantes. Una bomba de relojería para la competición.
Golden State sigue cuadrando círculos desde sus despachos. Bob Myers añade a Cousins y consigue que el núcleo del equipo quede intacto. Stephen Curry, Kevin Durant, Klay Thompson y Draymond Green dan miedo, aunque Green ha tenido una pretemporada complicada desde el punto de vista físico. Solo estos 4 hombres permiten a Kerr vivir en las nubes mientras que el resto pegan saltos desde el suelo.
Warriors es el gran favorito para el título. El equipo está hecho, suma un año más de conjunción entre sus piezas y alrededor de su 'big four', que puede convertirse en un 'big five', andan jugadores como Andre Iguodala, Shaun Livingston o los jóvenes Jordan Bell, Kevon Looney, Quinn Cook o Damian Jones, a los que se suma la experiencia del recién llegado Jonas Jerebko. Ya no están JaVale McGee, Nick Young y el retirado David West, pero poco importa. Estamos ante un equipo que hace y seguirá haciendo historia.
LOS ANGELES CLIPPERS (42-40 y 5-0).- Pleno de victorias de los Clippers en la pretemorada, unos Clippers ya irreconocibles. A las salidas en su día de Chris Paul y Blake Griffin, se ha sumado este verano la de DeAndre Jordan. Nada queda de su clásico 'big three', y ahora el equipo de Doc Rivers apuesta por una visión colectiva preñada de buenos jugadores que no llegan en ningún caso al estatus de estrella de la NBA.
Salió también del equipo el hijo del entrenador, Austin Rivers, pero llegaron a L.A. jugadores como Marcin Gortat, Mbah a Moute, Mike Scott o el prometedor rookie Shai Gilgeous-Alexander.
El equipo tendrá que descansar en jugadores como Tobias Harris y Danilo Gallinari, pero también en otros como Lou Williams, Patrick Beverley o Avery Bradley. Será muy interesante comprobar si Milos Teodosic se olvida de su pie y da un paso más en su adaptación a la NBA, a la par que asistir a si Boban Marjanovic sigue exprimiendo sus pocos minutos de un modo tan salvaje como lo ha hecho en la pretemporada. En este equipo tenemos al puertorriqueño Ángel Rodríguez con un contrato dual.
LOS ANGELES LAKERS (35-47 y 3-3).- Los Lakers de Magic Johnson y Rob Pelinka, cargados de sofisticación, han sido los grandes protagonistas del mercado estival con la llegada al club del jugador más deseado, LeBron James. Y eso lo cambia todo. Repasar la trayectoria de James es ver cómo sus equipos -Cavaliers dos veces y Heat- siempre han estado en la pomada por el título y que cada vez que ha dejado esos equipos la franquicia ha quedado tocada y casi hundida.
Nadie duda de que los Lakers van a ganar más partidos de los que van a perder, pero la cuestión radica en hasta dónde va a llegar el equipo de Luke Walton, técnico criado en Lakers como jugador y en Warriors como entrenador que tiene entre sus ayudantes a Brian Shaw. Llegarán lejos, sin duda, porque en torno a LeBron no hay una gran segunda figura, pero sí existe una gran calidad y una clara apuesta de futuro.
Todo dependerá del crecimiento de Lonzo Ball, Brandon Ingram, Kyle Kuzma y Josh Hart. También de la adaptación (más en el vestuario que en la cancha) de jugadores con largo recorrido en la liga, y no pocos problemas, como Rajon Rondo, Lance Stephenson, JaVale McGee o Michael Beasley. Todos muy intensos.
La plantilla es larga y muy interesante, el problema puede ser colocar a cada pieza en su sitio y engrasar el engranaje. Sobran los motivos para el optimismo. El único sacrificio real en el mercado ha sido perder a un jugador notable como Julius Randle, toda vez que ni Isaiah Thomas ni Brook Lopez son los jugadores brillantes que fueron antaño. ¡Los Lakers están ya en la pista de despegue!
SACRAMENTO KINGS (27-55 y 2-4).- El dúo serbio formado por Vlade Divac y Peja Stojakovic ha confiado en el draft en Marvin Bagley III, y será su participación en el juego el aspecto más interesante de unos Kings condenados a estar lejos del foco mediático y de la pelea deportiva.
Dave Joerger tiene encomendada una reconstrucción que, visto lo visto, puede llevar su tiempo. El equipo tiene varios jugadores jóvenes con talento, pero sin recorrido NBA. De'Aaron Fox y Buddy Hield ya están haciendo sus pinitos, y ahora les tocaría dar un paso al frente a jugadores como Harry Giles (buena pretemporada la suya) o Skal Labissiere, pero ¿alguien confía en que estos chicos puedan cambiar de manera inminente la faz de este equipo?
En el lado más consolidado el veteranísimo Zach Randolph, Bogdan Bogdanovic, el recién llegado Nemanja Bjelica, el pívot Willie Cauley-Stein o el intenso base Yogi Ferrell. Pero con estas piezas poco se puede hacer en la actual NBA. Y menos en el Oeste.
PHOENIX SUNS (21-61 y 2-3).- No le resultará complicado a los Suns superar la paupérrima marca de 21 victorias cosechada la pasada campaña, pero poco más puede ambicionar un equipo cargado de lastres, pero a la vez preñado de un aire de esperanza que descansa en dos jugadores: el número 1 del último draft, Deandre Ayton, y el lesionado Devin Booker, aunque parece que podría estar listo para el inicio de temporada. El alero ya ha demostrado lo que es capaz de hacer en la liga. Es un anotador compulsivo. El jovencísimo pívot ha hecho una gran pretemporada, pero tendrá que refrendarla en la competición oficial.
Los Suns tienen nuevo entrenador. Es Igor Kokoskov, el primer técnico europeo que ocupa el cargo de entrenador jefe en la NBA. Toda una distinción, todo un honor. Tendrá una ardua labor con estos Suns, tan dependientes del impacto inmediato de Ayton como de la perfecta recuperación física de Booker.
El equipo anda cojo en el puesto de base, y en general en el juego exterior de armadores y escoltas, algo que ha cambiado un poco con la adquisición de última hora de Jamal Crawford. Los Suns, eso sí, han mejorado su plantilla con movimientos inteligentes. Uno ha sido la incorporación de Trevor Ariza, un jugador que aportará en los dos lados de la cancha. También ha llegado Ryan Anderson, que puede ser un buen elemento a la hora de abrir espacios, y el novato Mikal Bridges, una elección alta del draft. La plantilla cuenta además con jugadores interesantes como Josh Jackson, T.J. Warren y Dragan Bender.
DIVISIÓN SUDOESTE
HOUSTON ROCKETS (65-17 y 4-1).- Se antoja complicado que los Rockets puedan alcanzar la excelencia competitiva lograda la pasada temporada con esas tremendas 65 victorias en fase regular. Pero más allá de esa cifra, lo único que Mike D'Antoni y los suyos tienen entre ceja y ceja es superar en el momento de la verdad a los Warriors, el equipo que les dejó fuera de las Finales de la NBA en el séptimo partido.
Todos sabemos a lo que juega D'Antoni, que está consiguiendo exportar su modelo a gran parte de la liga, con sus quintetos bajos, su abuso del triple y su intento permanente por crear espacios en la pista. En ese marco, Houston dio pasos interesantes en materia defensiva el pasado curso, pasos que ahora pueden deshacerse con la marcha de jugadores como Trevor Ariza o Mbah a Moute, o la retirada del técnico gurú que se ocupaba del trabajo defensivo del equipo, Jeff Bdzelik.
Llega a la escuadra texana Carmelo Anthony para configurar un trío estelar con James Harden, MVP de la NBA e indiscutible líder de este equipo, y Chris Paul. Y no son pocas las voces que claman que la llegada de Anthony no le va a hacer ningún bien al equipo. Por el contrario, es casi unánime el valor que todos otorgan a la labor de Clint Capela, un jugador crucial en estos Rockets, que lejos de quedarse estáticos este verano, se han movido implementando 9 altas y 9 bajas en la plantilla.
Eric Gordon, sobre todo él, P.J. Tucker, Gerald Green, la llegada de Marquese Chriss y de un Michael Carter-Williams ¿resucitado?, porque el que fuera Novato del Año para luego caer en desgracia ha sorprendido a todos en la pretemporada, pueden contribuir también a que este equipo siga siendo un potente aniquilador de rivales.
NEW ORLEANS PELICANS (48-34 y 0-5).- A los Pelicans se les ha visto bastante inconsistentes en la pretemporada, convirtiéndose en el único equipo que no ha ganado un solo partido. Esto no sería nada grave (Warriors ha perdido 4 de sus 5 compromisos) si no fuera porque el equipo genera bastantes dudas a raíz de los movimientos de mercado, que a buen seguro han dejado bastante insatisfecho a Anthony Davis, dueño y señor de esta escuadra.
El equipo ha perdido a DeMarcus Cousins y a Rajon Rondo. Palabras mayores. Después de cuajar por fin una buena temporada y unos convincentes playoffs, ya sin Cousins (lesionado entonces). Arenas movedizas para la franquicia, que puede no mantenerse en ese buen grado deportivo.
A Davis le acompañarán como jugadores más destacados Jrue Holiday, Nikola Mirotic y los recién llegados Julius Randle y Elfrid Payton. Habrá que observar los avances de Darius Miller y seguir apreciando las aportaciones concretas desde sus distintas naturalezas de E'Twaun Moore e Ian Clark. Y después está el frágil Jahlil Okafor. Sacar de este muchacho todo su talento será una gran labor para Alvin Gentry.
SAN ANTONIO SPURS (47-35 y 3-2).- De los Spurs históricos ya solo queda en pie como columna señera Gregg Popovich. Se retiró en su día Tim Duncan, hizo lo propio este verano Manu Ginóbili y se marchó a los Hornets Tony Parker. A ello se añadió el desastre vinculado a Kawhi Leonard, el jugador que tenía que ser la auténtica punta de lanza de la nueva era de los Spurs. El alero fue traspasado a Toronto Raptors y a cambio llegó a Texas DeMar DeRozan. No es lo mismo, pero fue un más que aceptable cambio para unos Spurs que no podían retener la insatisfacción de Leonard.
El éxito de Spurs esta temporada dependerá en gran medida del grado de complementariedad que alcancen en la pista sus dos grandes estrellas: el citado DeRozan y LaMarcus Aldridge. Dos jugadores con perfiles muy parecidos en el terreno personal, perfiles muy Spurs.
Pero habrá más claves. Una de ellas ya ha ocurrido, una pretemporada aciaga en la que el equipo ha sufrido 3 lesiones serias, la peor de ellas la que ha afectado a su base titular, Dejounte Murray, destinado a tener más peso en el equipo esta temporada. Además, salieron del plantel Kyle Anderson y Danny Green.
San Antonio tendrá que confiar en la solidez deportiva de viejos y brillantes señores del baloncesto como Rudy Gay, Pau Gasol o el recién fichado Marco Belinelli, que está de regreso en la franquicia. También en el buen hacer de dos exteriores de calidad como son Patty Mills, más necesario que nunca visto lo de Murray, y el tirador Bryn Forbes. ¿Será esta la temporada en la que los Spurs no accedan a los playoffs? La respuesta en unos meses.
DALLAS MAVERICKS (24-58 y 2-2).- Los Mavs andan efervescentes por dos motivos: la llegada de un pívot dominante en defensa como es DeAndre Jordan y el aterrizaje en la ciudad de una joya europea del calibre de Luka Doncic. Solo ese doble motivo ha de llevar a los Mavs a superar sin problemas las penosas 24 victorias de la pasada campaña. Eso sí, soñar con los playoffs parece una auténtica entelequia.
Será una temporada cargada de emociones con Dirk Nowitzki en el corazón de las mismas. Porque el alemán, que está lesionado, afrontará su última temporada como jugador, batirá un récord en la NBA (nadie ha estado tantos años con un mismo equipo) e inaugurará un papel insólito para él: el de Wurzburgo ejercerá como suplente, como sexto hombre de lujo.
Dallas disfrutará de otro año de crecimiento de su base titular, el joven Dennis Smith Jr. (a ver cómo cuadra en cancha con Doncic), buscará en ataque a Harrison Barnes, que ha firmado muy buena ofensiva en los 2 últimos años, y disfrutará de la consistencia como jugadores NBA de Wesley Matthews y el puertorriqueño J.J. Barea, para el que Dallas es su auténtico hogar NBA. De las 8 incorporaciones al equipo, 6 son novatos. Ese dato habla a las claras de en qué proceso se encuentra la franquicia.
MEMPHIS GRIZZLIES (22-60 y 2-3).- Los Grizzlies cayeron al pozo más profundo la pasada temporada consiguiendo solo 22 victorias. Lo hicieron sin poder contar con Mike Conley y sin tener al mejor Marc Gasol en sus filas. La intención este año es revertir la situación, aunque clasificarse para los playoffs no parece una opción viable.
Mike Conley está de vuelta, sano por fin, y se le ha visto bien en octubre. Marc Gasol no ha cuajado una convincente pretemporada, pero parece casi siempre un seguro de vida. Ellos dos tendrán que sostener el edificio de los Grizzlies.
El equipo ha perdido a Tyreke Evans, importantísima baja, pero ha logrado que lleguen a sus filas un novato de primera fila, Jaren Jackson Jr., y un sobresaliente defensor, el ex de los Spurs Kyle Anderson. Y luego está el ruinoso, en todos los aspectos, Chandler Parsons. Se le ha visto razonablemente bien en la preparación de octubre. Ahora habrá que ver si traslada esa buena imagen a la temporada y si su cuerpo no se rompe.