Otra retirada de un gran jugador de baloncesto: el francés Boris Diaw dice adiós a las pistas. Diaw, de 36 años, ha anunciado su marcha en un vídeo colgado en su página web en el que aparece con dos excompañeros, Tony Parker y Ronny Turiaf.
Se va un jugador peculiar, una maravillosa pieza para cualquier equipo, un tipo que hacía grupo en la pista y en el vestuario, un baloncestista que sabía hacer muchas cosas en la cancha.
Diaw fue campeón de la NBA con los Spurs en 2014 y ganó la medalla de oro en el Eurobasket de 2013 con Francia. Esos fueron sus dos mayores logros.
La suya fue una carrera de fondo. Pasó 14 años en la NBA jugando en Atlanta, Phoenix, Charlotte, San Antonio (estuvo en Spurs 4 años y medio) y Utah, conjunto con el que cerró su presencia en Estados Unidos en la temporada 2016-2017.
Todo para un total de 1.064 partidos de fase regular en los que promedió 8,6 puntos, 4,4 rebotes y 3,5 asistencias. Además, estuvo en 119 encuentros de playoffs tras llegar en 10 ocasiones a la postemporada. Jugó 2 Finales de la NBA y ganó una. Y fue el Jugador Más Mejorado de la liga en 2006.
El jugador francés, cuyo último equipo fue el Paris Levallois Metropolitans, ganó 5 medallas con la selección absoluta de su país. Campeón del Eurobasket de 2013, torneo en el que también logró 1 medalla de plata y 2 de bronce, y presea de bronce en el Mundial de España de 2014.
Boris Diaw fue internacional 247 veces, justo las mismas internacionalidades que acumuló con Francia su madre, Elisabeth Diaw-Riffiod.
Esa circunstancia ha servido a Diaw para dar un toque personal cargado de sutileza, humor y cariño al decir que se retira porque no quiere superar a su madre. Lo hace, retirarse, como una gran leyenda en Francia y como un jugador de gran nivel en su carrera NBA.