Kobe Bryant realizó en 2014 la inversión de su vida. El ex de la NBA ya había ganado una ingente cantidad de millones con su actividad como jugador de baloncesto, pero nunca tanto (en la relación ganancia-años) como lo que ha ganado como inversor en apenas 4 años y medio.
Corría el mes de marzo de 2014 cuando Kobe invirtió 6 millones de dólares para hacerse con el 10% del accionariado de la empresa BodyArmor (una bebida deportiva). Pues bien, a día de hoy ese 10% está valorado en 200 millones de dólares.
La clave económica está en que el martes Coca-Cola anunció que entraba como socio en la firma, como segundo accionista más importante tras el cofundador de la empresa Mike Repole.
El crecimiento de BodyArmor como bebida deportiva había sido imparable en los últimos años, mucho antes del desembarco de Coca-Cola en la empresa.
Sin ir más lejos, BodyArmor ingresó 10 millones de dólares por ventas en 2013 frente a los más de 400 millones de ingresos que se proyectan al finalizar el actual año 2018.
Kobe es el cuarto accionista de la compañía, una empresa en la que también podría entrar en el accionariado, aunque de forma muy reducida, el jugador de los Rockets James Harden, habitual consumidor de la bebida.
Ningún deportista de la era moderna ha había ganado tanto dinero en tan poco tiempo con una inversión empresarial. El éxito de Bryant como baloncestista fue un hecho durante toda su carrera, pero su visión empresarial empieza también a impresionar.