Los Knicks siguen empeñados en quitarse de encima a Joakim Noah y hacer más llevadero el pago al jugador del ruinoso contrato que firmó la entidad con él en 2016, un contrato que ascendió a 72 millones de dólares por 4 años y al que le restan 2 temporadas por cumplir.
New York adeuda aún a Noah 37,8 millones de dólares por esos 2 años finales de contrato, mientras que el jugador ha sido un desastre deportivo entre lesiones, sanciones y bajo rendimiento, nada que ver con aquel intenso pívot que fue 2 veces All-Star y que ganó el premio de Defensor del Año.
ESPN informa de que el nuevo entrenador del equipo, David Fizdale, no tiene interés alguno por rescatar a Noah para su equipo.
Mientras, el general manager, Scott Perry, lleva desde febrero intentando traspasar al jugador sin éxito. Nadie quiere el contrato de Noah, y menos si los Knicks no quieren desprenderse de algún buen jugador o alguna ronda de draft.
La idea ahora sería esperar hasta el 1 de septiembre y a partir de ahí poder cortar al jugador utilizando una 'stretch provision', una opción que permitiría a los Knicks abonar el contrato a Noah en 5 años y no en los 2 de su actual contrato. Repartir el sueldo en un plazo más largo permitiría a la franquicia un notable alivio en sus cuentas anuales.
Lo cierto es que Noah tiene 33 años, que su paso por Nueva York está siendo lamentable y que su carrera NBA parece arruinada.