"En los años anteriores tenía la sensación de que debía poner más a punto mi cuerpo". Lo dice Andre Drummond. Y dicho y hecho. El pasado curso su físico se pulió. El resultado fue la mejor temporada de su carrera NBA. Y ahora sigue puliendo su cuerpo.
El jugador de Pistons ha perdido algo más de 9 kilos desde que acabó la temporada. El dato lo da The Washington Post. El cambio en el estilo de vida del pívot es un hecho. Drummond se va adaptando así a la nueva NBA.
Esa nueva NBA precisa de pívots menos pesados. Hombres altos con mayor capacidad para correr la cancha. Y con mayor resistencia a la hora de aguantar ritmos rápidos de juego.
Drummond quiere dominar la pintura en compañía de Blake Griffin. Este año estará a las órdenes de un nuevo entrenador, Dwane Casey. Toca mejorar. Buscar el máximo rendimiento.
El pasado curso ya estuvo a una altura tremenda. Fue el máximo reboteador de la liga. Y mejoró enormemente en los tiros libres. Su gran vía de agua.
En la campaña 2017-2018 presentó sus mejores cifras estadíticas. Promedió 15 puntos, 16 rebotes, 1,6 tapones y 3 asistencias. En 78 partidos. Drummond quiere ser un pívot dominador en la NBA.