Otra vez la misma historia. Mural en Los Ángeles en el que aparece LeBron James a raíz de su fichaje por Lakers y mural dañado por algún vándalo. Sucedió durante la noche del viernes, mientras que el primero fue dañado el pasado 8 de julio.
Primero fue un mural del artista Jonas Nevar, un trabajo que alguien destrozó deliberadamente. Y ahora le ha tocado el turno a una preciosa pintura del muralista angelino Gustavo Zermeño, aficionado de los Lakers.
A principios de julio, una vez James fichó por Lakers, un fan del equipo ofreció a través de su cuenta de Twitter (que ya no existe) 300 dólares para aquel que dañara cualquier mural de LeBron en Los Ángeles y compartiera su acción en las redes sociales.
Ese hecho, el de dañar un mural, se hizo realidad el 8 de julio ante la indignación de muchos y la aprobación de algunos. Y es que parece que a todos los aficionados no les ha sentado bien la llegada de LeBron.
El artista Gustavo Zermeño generó tras ese acto un mural en el que se veía a LeBron James mirando a la cubierta del Staples Center, admirando a las leyendas de Lakers que se encontraban en ella, un mensaje de respeto y admiración de James por la franquicia que tampoco ha gustado a alguno.
Anoche, el mural apareció alterado, con pintura blanca derramada sobre la figura de LeBron. Zermeño no podía entenderlo. La gran mayoría de los aficionados al baloncesto, tampoco.