Los Knicks fueron una ruina deportiva en la temporada 2017-2018 y lo volverán a ser en la campaña 2018-2019 tras no hacer ningún movimiento destacado en la agencia libre en curso. La plantilla neoyorquina es a todas luces una plantilla poco competitiva. No parece haber duda sobre eso.
La prensa de Nueva York se caracteriza desde hace mucho tiempo por su tendencia a vender humo, pero este verano ni siquiera la prensa de la Gran Manzana se ha mostrado muy optimista, y aún menos los aficionados de los Knicks, que han visto cómo el equipo lleva 5 años sin pisar los playoffs.
Pese a todo ese panorama, el optimismo reina en el seno del equipo, y esta vez el encargado de proyectarlo al exterior es el nuevo entrenador jefe de Knicks, David Fizdale.
Dice Fizdale que espera "grandes movimientos" de su equipo en la agencia libre de 2019 porque afirma que tanto Steve Mills, presidente del club, como Scott Perry, general manager, han trabajado "muy bien" a la hora de preparar el camino de cara a julio de 2019.
La agencia libre de 2018 todavía está en marcha, aunque queda poco pescado por vender, y los Knicks ya piensan en la de 2019. No les queda otro remedio.
El equipo tiene comprometidos 105,4 millones de dólares en salarios de cara a la próxima temporada, mientras que los salarios comprometidos para el curso 2019-2020 en estos momentos ascienden a 64,3 millones. Y la idea es ir el año que viene a por alguna gran estrella. Lo que no está claro es que alguna gran estrella quiera terminar en estos Knicks.