Los Houston Rockets añadirán a su plantilla al base Michael Carter-Williams, un jugador que empezó a lo grande en la NBA y que año a año ha ido a menos hasta acabar en el más completo anonimato.
El acuerdo es por el mínimo de veterano, se circunscribe a un año y ha sido avanzado por Adrian Wojnarowski (ESPN).
Carter-Williams jugó como universitario en la prestigiosa Syracuse, fue elegido en el puesto 11º del draft de 2013 y se alzó con el premio de Novato del Año en 2014 tras hacer una brillante temporada con Sixers. Ese fue su canto del cisne.
Después, un tobogán y un camino cuesta abajo sin fin. Sus números fueron a menos y Houston Rockets será su quinto equipo tras pasar antes por Sixers, Bucks, Bulls y Hornets, escuadra para la que jugó la pasada campaña promediando 4,6 puntos y 2,2 asistencias en 52 partidos con horribles porcentajes. Todavía tiene 26 años.
El rumbo errático y nómada de Carter-Williams hasta caer en el olvido ha tenido mucho que ver con su incapacidad para ser competitivo, especialmente por su horrible tiro lejano, uno de los peores de la NBA.
Por eso, llama la atención su inclusión en Rockets, un equipo cuyos exteriores suelen ser excelentes tiradores.