La NBA conmocionada. Golden State Warriors ha vuelto a romper la baraja, ¡y de qué modo!, anulando a los rivales, dejando a todos los analistas con la boca abierta, alucinando. Los Warriors se han hecho en la agencia libre con DeMarcus Cousins.
Nadie podía dar crédito a la noticia cuando Shams Charania (Yahoo! Sports) la avanzaba en Twitter. Tremendo. Cousins aterrizando en el equipo campeón cuando los Warriors no tenían ninguna capacidad real para hacerse con él.
El jugador renuncia a su salario real para jugar un año con Warriors cobrando solo 5,3 millones de dólares. El equipo echa mano de la única excepción que tenía, una excepción de nivel medio. Y se gasta el dinero que se permitió ahorrar gracias al nuevo contrato de Kevin Durant.
Nueva obra de magia de Bob Myers en los despachos. Éxito llama a éxito, y Cousins sacrifica dinero en pos del título.
No hay que olvidar que el jugador aún está lesionado y habrá que ver cómo se recupera de su daño en el tendón de Aquiles, una gravísima lesión. Se espera que esté recuperado en diciembre o enero.
Cuando lo esté, Warriors podría presentar un quinteto titular formado por Stephen Curry, Klay Thompson, Kevin Durant, Draymond Green y DeMarcus Cousins. Una auténtica locura. Lo nunca visto en la historia de la NBA. Un cinco invencible.
Warriors pierde al pívot JaVale McGee, que se va a Lakers, y lo suple por DeMarcus Cousins. La comparación es salvaje. Cousins, un All-Star que el pasado curso promedió con Pelicans 25,2 puntos, 12,9 rebotes, 5,4 asistencias, 1,6 tapones y 1,6 robos. Golden State va a necesitar varios balones para jugar y los rivales se van a tener que cargar de paciencia ante semejante equipazo.