No hubo sorpresa. Esta vez sí que se llevó el premio gordo. James Harden es el nuevo MVP de la NBA tras protagonizar una temporada de ensueño con Houston Rockets, equipo al que llevó hasta un récord de la franquicia en temporada regular.
Houston logró 65 victorias -lo nunca visto en el club-, lideró la Conferencia Oeste y lo hizo superando a los Warriors y con Harden siendo por primera vez en su carrera máximo anotador de la NBA.
El nuevo MVP subió al escenario con una indumentaria ciertamente estrambótica y en compañía de su madre, a la que dijo deber todo lo que es. Una bella escena.
Harden concluyó la fase regular con 30,4 puntos (máxima media personal desde que juega en la NBA), 8,8 asistencias, 5,4 rebotes y 1,8 robos de balón en 72 encuentros. Fue, además, el que consiguió el mejor PER de la liga. Y todo a pesar de la llegada de Chris Paul a Houston, un jugador con el que compartir juego y estadísticas.
'La Barba' llega así a su cénit con 28 años tras quedarse el pasado curso a las puertas del MVP, que fue para Russell Westbrook tras una campaña histórica.
La estrella de Houston se ha impuesto en la final a LeBron James y Anthony Davis. LeBron se queda así otra vez con la miel en los labios. Su temporada a nivel individual fue simplemente excepcional, pero no le acompañó el equipo.
Harden es el tercer jugador de Rockets que gana el galardón de MVP. Le precedieron Moses Malone y Hakeem Olajuwon.