Kyrie Irving no se anda por las ramas y habla desde la lógica más aplastante: no tiene intención alguna de firmar una extensión de contrato con Boston Celtics este verano. Algo normal si se miran las opciones y se echan cuentas.
"Contractualmente, económicamente, (una extensión) no tiene ningún sentido", ha asegurado Irving. Y, efectivamente, no lo tiene.
A Irving le quedan 2 años de contrato. La próxima temporada percibirá 20,1 millones de dólares y en la siguiente (2019-2020), la última, su salario será de 21,3 millones. Ese último año es opción del jugador, de modo que Irving podría salirse del mismo y ser agente libre.
Siguiendo la lógica, al jugador le interesaría firmar una extensión de contrato con Boston en 2019 y no en 2018, ¡porque haciéndolo ahora perdería muchísimos millones de dólares!
Este verano podría rubricar una prolongación máxima de 108 millones de dólares por 4 temporadas. Si lo hace en 2019, la extensión más lucrativa para él se fijaría en 188 millones de dólares por 5 años. La diferencia es notable.
El base se ha pronunciado sobre la situación en su primera aparición pública ante los medios de comunicación desde marzo, una aparición relacionada con la promoción de "Uncle Drew", su próxima película.
Enfocado en su salud
Irving ha asegurado que no está pendiente de su contrato y que en lo único que está enfocado ahora mismo es en mejorar su salud y recuperarse de la lesión de rodilla que sufre, una lesión que le dejó fuera de los playoffs.
Como "horrible" sensación describió el jugador el hecho de tener que asistir a los playoffs desde la banda sin poder jugar, viendo, eso sí, el gran rendimiento de su equipo, que llegó a las Finales del Este para perderlas en el último momento ante Cavaliers por 4-3.
El All-Star está feliz al comprobar el gran potencial que tiene su equipo y el gran futuro que aguarda a los Celtics.
Eso sí, Irving no está exento de rumores sobre su posible salida de Boston en el futuro.