Los Cavs han salido vivos del altercado que tuvo lugar a 2,6 segundos de la conclusión de la prórroga del primer partido de las Finales. Ni Tristan Thompson ni Kevin Love han recibido sanción de partido, de modo que podrán jugar el segundo, que se disputa mañana domingo.
Thompson hizo una falta flagrante a Shaun Livingston que fue rebajada de tipo 2 a tipo 1 a partir de la revisión oficial de la NBA tras el partido. El jugador fue expulsado tras pitarle los árbitros una flagrante 2 tras su falta a Livingston y tras la trifulca por tirar el balón a Draymond Green.
Esa acción y la demora en retirarse de la pista tras la expulsión le han costado una multa de 25.000 dólares comunicada ya de forma oficial por la NBA, pero no le supondrán una pérdida de partido.
Love, mientras, tenía la amenaza de sanción por haber entrado en la cancha durante el altercado estando en la banda porque no estaba jugando, acción que suele penalizarse con un partido de sanción. No ha sido así. Se va limpio de la situación y también podrá jugar.