LeBron James se fue frustrado del primer partido de las Finales porque completó una actuación memorable y su equipo terminó perdiendo en la prórroga ante los Warriors por 124-114 después de tener el partido en la mano.
James se fue del encuentro con un derrame en un ojo y muy enfadado con los árbitros, con algunos rivales con los que tuvo una fuerte discusión al final y con su compañero J.R. Smith, que pudo haber dado la victoria a los Cavs y no lo hizo por no encarar el aro en los últimos segundos del cuarto período.
Más allá de todo eso, ¡la actuación de LeBron fue colosal! Sumó 51 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias en 47 minutos y 32 segundos, metió 19 de sus 32 tiros de campo, incluidos 3 triples, y 10 de sus 11 libres. Se motró imparable.
El de Akron sumó 24 puntos en la primera parte, 25 en la segunda y 2 en la prórroga, a la que llegó algo justo debido a su gran derroche físico.
Jamás había metido tantos puntos en unas Finales de la NBA (su récord estaba en 44 puntos) y los 51 tantos anotados suponen la quinta mayor anotación de un jugador en la historia de las Finales.
Además, LeBron sumó su partido 109 de playoffs metiendo 30 o más puntos, empatando así la mejor marca de la liga en poder de Michael Jordan.