El TD Garden no fue suficiente. Boston llegaba al 7º partido de las Finales del Este manteniéndose invicto en su casa en estos playoffs, pero esa magnífica trayectoria se rompió ante Cavaliers. Derrota en casa por 79-87 y adiós al título de conferencia y a las Finales.
Las cifras lo dicen todo. Hasta anoche, Boston acumulaba un 10-0 como local en estos playoffs promediando 108,7 puntos por partido. Ante Cavs cayó en el 7º metiendo solo 79.
Si los Celtics hubieran ganado, ¡habrían batido un récord de la NBA al ganar 11 partidos seguidos como local en playoffs en una misma temporada! Pero no pudo ser.
Tampoco la historia se alió esta vez con Boston. La historia de la NBA fijaba que en el 7º partido los locales se habían impuesto el 80% de las veces (104 victorias por 26 derrotas). La tendencia se rompió.
Los de Brad Stevens se van de la competión con la cabeza bien alta, tras hacer una temporada estupenda a pesar de perder en el partido inaugural a Gordon Hayward y en toda la recta final de la fase regular y en los playoffs a su gran estrella, Kyrie Irving. Firmaron 55 triunfos en fase regular para ser segundos del Este y cuarto mejor equipo de la NBA.
El equipo no supo aprovechar anoche la baja de Kevin Love y sucumbió. Termina los playoffs con marca de 11-8 tras ser día y noche según jugó de local (10-1) o visitante (1-7).
Los Celtics se han comportado como un equipo, con 4 jugadores promediando 15 o más puntos en la postemporada: Jayson Tatum (18,5), Jaylen Brown (18), Terry Rozier (16,5) y Al Horford (15,7). El dominicano se queda sin Finales.