La NBA está al borde del colapso mental. Warriors y Cavaliers andan a un paso de perderse las Finales. Si el día anterior los Cavs se ponían con un 3-2 en contra ante Boston, anoche les tocó a los Warriors, que perdieron 98-94 en Houston y también están 3-2.
Houston ha conseguido algo inimaginable: ¡ganar 2 partidos seguidos a los Warriors tras haber perdido el tercero de la serie por 41 puntos de diferencia! Se trata de una asombrosa recuperación mental que habla a las claras de la fortaleza del equipo de Mike D'Antoni, que se enfrenta a un gran problema en forma de lesión de Chris Paul. El base no pudo terminar el partido.
Paul, decisivo durante la segunda parte, tuvo que abandonar la pista en el último minuto con problemas en los isquiotibiales de la pierna derecha. Había hecho una horrenda primera mitad y una gran segunda. Es una baja, si se confirma, de enorme calado.
El partido resultó decepcionante en cuanto a calidad. Dos equipos superofensivos ofreciendo un partido defensivo. Hubo buenas defensas y pésimo acierto en el tiro. Baste decir que Houston ganó anotando el 37,2% de sus tiros y abusando del triple sin éxito. Golden State lanzó mejor, pero de poco le sirvió. Sus 18 pérdidas de balón terminaron por matar al equipo de Steve Kerr, incluida la pérdida de Draymond Green que enterró a los Warriors en los últimos segundos.
Si el partido tuvo un nombre, un héroe, ese fue el de Eric Gordon. Fue el máximo anotador local con 24 puntos y resultó crucial en el momento decisivo.
La definición del partido
Un triple de Eric Gordon (95-91) fue respondido por otro de Draymond Green (95-94) a 1:15 del final, protagonismo de los dos jugadores que serían protagonistas en la jugada crucial del partido.
A partir del 95-94 se sucedieron los fallos, errando tiros Chris Paul, Quinn Cook (jugando 5 contra 4 por la lesión de Paul), James Harden y Stephen Curry, que no fue capaz de adelantar a los suyos cuando restaban 13 segundos para el final. El rebote fue para Trevor Ariza que se fue a la línea de tiros libres para solo anotar uno: 96-94 con 10 segundos por jugar.
Otra vez, Warriors tenía posesión para forzar la prórroga o definir el partido, pero otra vez volvió a jugarla mal. Curry pasó el balón a Green en plena carrera de éste y el ala-pívot no controló su movimiento, se trastabilló y mientras medio caía al suelo perdió el balón a manos de Eric Gordon, que acto seguido anotó 2 tiros libres para poner el definitivo 98-94.
Mike D'Antoni volvió a utilizar una escuálida rotación de 7 y uno de sus 2 suplentes, Gordon, acabó siendo el hombre del partido con sus 24 puntos y su capacidad para definir.
¡Houston ganó a pesar de que entre Chris Paul y James Harden hicieron una serie de 11 de 40 en el tiro! Paul brilló en la segunda mitad y se mostró completo con 20 puntos, 7 rebotes, 6 asistencias y 3 robos. Lo de Harden fue, por el contrario, lamentable. Muy mala noche de La Barba al terminar con 19 puntos, perder 6 balones y hacer un 5 de 21 en el tiro de campo tras un esperpéntico 0 de 11 desde el triple.
Notable partido de Clint Capela con 12 puntos y 14 rebotes, mientras que Trevor Ariza trabajó muy bien en defensa, estuvo en cancha nada menos que 42 minutos y finalizó con 6 puntos y 3 robos. Tiró poco y mal.
Rockets, que solo totalizó 12 asistencias en el partido, volvió a ganar un final emocionante. De hecho, ha vencido en los 2 únicos finales con emoción que nos han deparado las Finales de Conferencia.
Unos Warriors contra las cuerdas
Warriors volvió a jugar sin el lesionado Andre Iguodala, pero sí pudo contar con Klay Thompson, que hizo un buen partido.
Llama la atención ver cómo Golden State perdió funcionando razonablemente bien sus big four. Pero es que su problema radicó en que ningún otro jugador aportó al equipo en un partido equilibrado de principio a fin: 23-17 en el primer cuarto y 45-45, 71-72 y 98-94 al final de los restantes.
Kevin Durant se fue del choque sin asistencias, dato importante, pero fue el máximo anotador del partido con 29 puntos y un perfecto 10 de 10 en libres. Klay Thompson hizo 23 puntos y 4 triples, Stephen Curry aportó 22 con 7 rebotes, 6 asistencias y 4 robos y Draymond Green contribuyó con 12 tantos y 15 rebotes. Tras ellos... la nada. y ahora los Warriors tienen que ganar los 2 partidos que quedan si quieren defender su título en las Finales.