No todo fueron satisfacciones anoche para Houston Rockets. El equipo texano ganó 98-94 a los Warriors y se colocó 3-2 en la serie, pero la mala noticia llegó con la lesión en el último minuto de Chris Paul, jugador clave del equipo en la segunda parte.
Paul se lesionó a 51,7 segundos del final cuando intentó anotar una canasta. Tras la jugada, se quedó en la pista sin bajar a defender, atacando Warriors en 5 contra 4 sin éxito.
Fue segundos más tarde, a 22,4 del final, cuando el base pudo abandonar el juego tras salir la bola de la pista y solicitarse un tiempo muerto. Cojeaba visiblemente y se echaba mano a la parte trasera de la pierna.
El base de Houston había protagonizado una horrible primera parte y una gran segunda. No tiró bien, pero hizo muy buenos números con 20 puntos, 7 rebotes, 6 asistencias y 3 robos.
El jugador se quedó en el Toyota Center hasta la medianoche (hora texana) porque estuvo recibiendo tratamiento en el pabellón.
A su salida, se mostró confiado en que podrá jugar el 6º partido de las Finales del Oeste, aunque su entrenador no las tenía todas consigo: "Veremos (si puede jugar el 6º partido). Será reevaluado mañana", aseguró Mike D'Antoni, que destacó la dureza de su jugador, una cualidad que invita al optimismo.