Willy Hernangómez tuvo un complicadísimo segundo año en la NBA. Su participación con los Knicks cayó estrepitosamente respecto a su temporada como rookie, fue traspasado y en los Hornets le costó entrar en la rotación, aunque terminó bien la campaña.
El jugador madrileño entrena estos días en Madrid pensando ya un poco en la aún lejana próxima temporada porque sabe que puede resultar crucial. Ese tercer año dará la medida real de su fortaleza o fragilidad en la NBA.
"El año que viene va a ser muy importante", reconoce el pívot de Hornets, que tiene por delante en la rotación a Dwight Howard y que tendrá que pelear los minutos con Cody Zeller, todo ello con un nuevo entrenador al frente del equipo.
Willy es consciente de que no puede dar un paso atrás. Por eso, está entrenando duro en su tierra natal. "Ahora mismo solo estoy centrado en trabajar, en ponerme más fuerte y, sobre todo, en que se note que estoy pasando muchas horas cada día en el pabellón", indica el mayor de los Hernangómez en una entrevista facilitada por la Federación Española de Baloncesto (FEB).