Otra vez LeBron. Siempre LeBron. Nadie como LeBron. LeBron James es siempre la solución de la ecuación de Cleveland. Anoche volvió a serlo. Lo fue con otra actuación estelar del jugador de Akron. La culminación lo dice todo. Un tiro sobre la bocina para ganar el partido.
O.G. Anunoby acababa de empatar el partido: 103-103. Restaban 8,8 segundos. Nadie dudaba de en qué manos caería el balón. La bola fue a parar, claro está, a LeBron James. La megaestrella de la NBA atravesó al cancha botando. Para culminar su carrera con un tiro brillante y efectivo. Lanzamiento en suspensión. Con complicado equilibrio. Para sostenerse en el aire. Como levitando. Y anotar un precioso tiro contra tablero sobre la bocina.
Una jugada plena de derroche físico. De Clase. De Confianza. Una canasta que puso el 105-103 en el marcador. Un acierto que cierra prácticamente la serie. Los Cavs se ponen 3-0. Toronto Raptors, el primero del Este, es historia.
Ese 3-0 marca dos cosas. La incapacidad de Raptors para jugar finales bajo presión en playoffs. Y la existencia en Cleveland de un jugador llamado LeBron.
Mientras James anotaba el tiro ganador... DeMar DeRozan lo veía desde la banda. Alejado del juego. Exiliado. Tras un horrible partido.
Nuevos numerazos del Rey
James se fue del partido en loor de multitudes. El Quicken Loans Arena emitía un ruido ensordecedor. La grada idolatraba a su dios. LeBron terminó el encuentro con 38 puntos. A ello añadió 6 rebotes, 7 asistencias y 3 robos. Volvió a estar por encima del 50% en el tiro.
Le acompañaron Kevin Love y Kyle Korver. Love parece recuperado para la causa. Hizo 21 puntos y 16 rebotes. Korver anotó 18. Metió 4 triples.
Los Cavs casi dejan escapar una notable ventaja. Se fueron al descanso ganando por 14 puntos. Tras un gran segundo cuarto. Acabaron el tercer período venciendo 79-65. Pero su defensa se relajó. Encajaron 38 puntos en el cuarto final. Y sufieron. Sabiendo, eso sí, que juegan con red. Esa red se llama LeBron James.
Toronto cayó en otro final comprometido. De nada sirvió el gran partido de Kyle Lowry. El base logró 27 puntos, 7 asistencias y 4 triples. Anunoby añadió 18. Y Jonas Valanciunas hizo un doble-doble. Aunque jugara solo 20 minutos.
La gran decepción la protagonizó DeMar DeRozan. Acabó en el banquillo. Solo sumó 8 puntos. Con 3 de 12 en el tiro. En el momento de la verdad tuvo su peor momento.
Dwane Casey apostó por la titularidad de Fred VanVleet. El sacrificado fue Serge Ibaka. Venía jugando muy mal el hispano-congoleño. Anoche mejoró. Acabó con 11 puntos, 8 rebotes y 4 tapones. En 28 minutos. Se fue cabizbajo de la pista. Como todos sus compañeros. Saben que están derrotados.