Carmelo Anthony está para pocas bromas. Se ha ido de los playoffs con cara de pocos amigos, viendo cómo su papel en el equipo se ha reducido, cómo ha perdido minutos y cómo esos minutos perdidos han llegado en momentos trascendentes. Su futuro está en el aire.
A Melo le queda un año de contrato valorado en 28 millones de dólares, pero ese último año podría ser cancelado por el jugador. Antes de los playoffs podría parecer complicada esa solución, pero después de la postemporada que ha vivido el alero... todo es posible.
A Anthony se le vio pedir en la banda salir a la cancha en el quinto partido en un momento crucial del encuentro ante Jazz. Su participación ante Utah en el quinto y sexto partidos se redujo notablemente, perdiéndose minutos trascendentes del tercer y último cuarto.
Preguntado por el futuro, el jugador, que tiene una cláusula de no traspaso en su contrato, ya ha puesto condiciones: no aceptará ser suplente. "Eso está fuera de cuestión", aseguró.
"Me queda mucha reserva en el tanque y aportar mucho baloncesto", explicó Carmelo, que ha visto frustradas sus expectativas en Oklahoma tanto a nivel individual como colectivo al caer el equipo en primera ronda y no tener él el protagonismo esperado.
De hecho, lanza en sus declaraciones una velada crítica a su entranador, Billy Donovan, al asegurar que Russell Westbrook, Paul George y él aún tienen que descubrir cómo jugar juntos.
Muchos sacrificios
Otro aviso para navegantes: Melo recuerda todos los sacrificios que ha hecho para que todo funcionara en Thunder.
"Creo que todo el mundo conoce mis sacrificios. Me mude aquí (Oklahoma) solo, sacrifiqué mi juego por el bien del equipo y estuvo dispuesto a sacrificar todo para que todo funcionara", recordó.
Lo que está claro es que en el caso de seguir en Thunder será desde el compromiso de no ser suplente y esperando que las cosas cambien para bien tras una mala temporada.