Los playoffs son un muro ahora mismo para Karl-Anthony Towns. Ese muro lo encarnan Clint Capela y los Rockets. Pero empieza a ser también un muro personal. Un límite mental. El Towns de la postemporada está en las antípodas del Towns de la temporada.
Towns es irrompible hasta la fecha. Ha jugado 264 partidos de fase regular en 3 años (82, 82 y 82). No se ha perdido uno solo. Y ha promediado unos espectaculares 21,6 puntos y 11,7 rebotes. Nada que ver con su actual estado en los playoffs.
Minnesota ha perdido los 2 partidos que ha jugado en Houston. ¡Y Towns promedia 6,5 puntos y 11 rebotes! El ataque es lo que le está matando. Sumó 8 puntos y 12 rebotes en el primero. Empeoró anoche. Con 5 tantos y 10 rebotes. Sus porcentajes de tiro se han desplomado. No ha firmado un solo doble-doble. Él, que ha sido el rey de esa faceta en toda la NBA.
En la temporada 2017-2018 ha tirado de forma excelente. Hizo un 54,5% en campo. Presentó un 42,1 en triples. Llegó al 85,8 en libres. Pues bien, en playoffs 27,8-20-33,3. ¡Esos son sus niveles de acierto en campo, triple y libres!
Tras el primer partido, Towns entornó el 'mea culpa'. Dijo que tenía que mejorar. Su técnico, Tom Thibodeau, advirtió de que tenía que dar un paso adelante. Pero no lo ha dado. Tampoco lo ha hecho el entrenador. Y el equipo ha dado un paso atrás. Estos Rockets son mucho Rockets. Y Minnesota no acaba de convencer. No lo hizo en temporada regular y no lo está haciendo en la postemporada.