Expediente X en torno a Kawhi Leonard en la temporada 2017-2018 que se extiende a los playoffs. El misterio y las medias verdades ocupan el caso y todo apunta a que el jugador no disputará un solo segundo en los playoffs, disparándose los rumores sobre un futuro traspaso.
Preguntado por el caso, Gregg Popovich no se mordió la lengua. Su respuesta deja entrever el hartazgo del técnico y las discrepancias que existen entre los Spurs y el jugador: "Esa pregunta se la tendréis que hacer a Kawhi y a su grupo", respondió.
Ese grupo al que se refiere Popovich incluye al círculo más cercano al jugador, que incluye un equipo de médicos personales que parecen estar en colisión con el cuerpo médico de los Spurs, que habló en su día de que el jugador estaba listo para jugar. Lo cierto es que Leonard se encuentra en Nueva York en pleno proceso de rehabilitación rodeado por unos galenos personales que no le dan el alta médica.
Lo de Spurs y Leonard empieza a ser un culebrón, algo impropio de una franquicia como Spurs, un equipo más en la línea del sesudo documental que del 'reality show'. Sorprende, además, que todo se esté dando en torno a un jugador como Kawhi, un joven que presenta un perfil bajo fuera de las pistas y que nunca se metió en líos.
Dada la situación, los rumores de traspaso se disparan, siendo muchos los equipos que estarían interesados en él. Y es que se lleva hablando ya demasiado tiempo sobre si la relación entre Spurs y Leonard está rota o no.
Una temporada en blanco
Se puede hablar de una temporada prácticamente en blanco. Leonard venía de una campaña anterior espectacular, pero la lesión en el cuádriceps ha sido y es una pesadilla.
No pudo empezar la temporada con el equipo, se reincorporó al juego a mediados de diciembre, pero su trayectoria no llegó más allá de mediados de enero al recaer de su lesión y no volver a pisar una cancha. Solo ha jugado 9 partidos y con limitación de minutos (23,3 de media).
Cuando le preguntan por el alero, el gesto de Popovich le delata, su rostro cambia. Hay una combinación en él de seriedad, preocupación, tensión y hartazgo, algo que algún que otro compañero de Leonard tampoco ha sabido o querido disimular.
Lo cierto es que la pelea con los Warriors en la primera ronda de playoffs se antojaba más que complicada con Leonard en pista, pero se hace imposible con el alero ausente.