Álex Abrines y Ricky Rubio tuvieron minutos y protagonismo en el Thunder-Jazz, resuelto con victoria local tras grandes actuaciones de Paul George y Russell Westbrook. Abrines regresaba de una lesión menor y Rubio debutaba en los playoffs.
El jugador balear salió del protocolo de conmoción de la NBA justo para poder afrontar el arranque de la postemporada. Abrines sufrió una conmoción cerebral el 9 de abril al chocar contra Justise Winslow. Estuvo casi una semana de baja.
El escolta de Thunder afrontaba su sexto partido de playoffs (5 el pasado año) y lo hizo con determinación. Su primera jugada fue una gran penetración a canasta y en el inicio del último cuarto metió 2 triples importantes. Acabó con 11 puntos y 2 rebotes en 21 minutos de juego tras encestar 4 de sus 7 tiros (3 fueron triples). Se le vio francamente bien.
Debut agridulce
Rubio debutaba en la postemporada tras 6 años de sequía en Minnesota. Primer año en Utah y primeros playoffs para él, unos playoffs que arrancaron de modo agridulce para el jugador catalán.
Ricky hizo una buena primera parte, manteniendo un bonito duelo con Westbrook, pero aportó muy poco en la segunda.
Su estreno tuvo luces y sombras. Firmó 13 puntos, 7 rebotes, 5 asistencias y 4 robos de balón en 31 minutos de acción, pero tuvo una muy mala noche en el tiro con una serie de 5 de 18. Eso sí, intensidad en el juego no le faltó.