Palo monumental para Boston Celtics: el equipo no podrá contar en los playoffs con Kyrie Irving. Lo que iba a ser una lesión de medio recorrido se convierte en una baja de larga duración. El base tendrá que pasar por segunda vez por el quirófano.
Irving se sometió a una operación en la rodilla izquierda el pasado 24 de marzo. Entonces se dijo que estaría entre 3 y 6 semanas de baja. Es decir, se perdería el final de la temporada regular, pero estaría listo para afrontar las postemporada con su equipo. Ahora, todo ha cambiado.
Los Celtics han anunciado hoy que el jugador tendrá que someterse el sábado a una segunda operación en la rodilla lesionada, una intervención quirúrgica que se llevará a cabo para extraerle un par de tornillos que le fueron implantados en la rótula cuando se lesionó en las Finales de la NBA de 2015.
Anuncia la franquicia que el All-Star estará entre 4 y 5 meses de baja, lo que quiere decir que no podrá jugar los playoffs y que su horizonte es estar sano de cara a la próxima temporada.
Un intercambio maldito
Irving llegó a Boston en un traspaso en el que Isaiah Thomas aterrizó en Cleveland, un intercambio que a día de hoy se ha convertido en maldito, con ambos jugadores lesionados de gravedad, ya que Isaiah Thomas ha sufrido una recaída en su lesión de cadera y también tiene para varios meses de rehabilitación.
El base de Boston Celtics ha jugado 60 de los 82 partidos de temporada regular en su primera campaña con el equipo verde, encuentros en los que ha promediado 24,4 puntos y 5,1 asistencias con muy buenos porcentajes de tiro, que incluyen un 40,8% desde el triple.
La baja de Irving se antoja dramática para un equipo que ya empezó la temporada perdiendo a Gordon Hayward. Las opciones de Boston en los playoffs descienden de forma considerable.