Stephen Curry regresó tras superar una lesión en el tobillo derechio, brilló a lo grande en la ofensiva y tuvo que abandonar la pista en el tercer cuarto tras lesionarse una rodilla. Lo de los Warriors con las lesiones en la segunda parte de la temporada resulta increíble.
El base de Golden State se había perdido los últimos 6 partidos de su equipo por un esguince recurrente de tobillo. Tocaba regreso anoche ante Atlanta Hawks. Su equipo ganó 106-94 a pesar de jugar una mala primera parte y Curry lideró a los suyos anotando 29 puntos en solo 25 minutos de acción, capturando 7 rebotes y metiendo 10 de sus 18 tiros de campo.
Pero no tuvo el regreso de Curry un final feliz, ni mucho menos. El jugador tuvo que abandonar la cancha del Oracle Arena en el tercer cuarto dejando a toda la grada con el corazón en un puño.
Fue una jugada fortuita. Su compañero JaVale McGee saltó para hacer un tapón y en su caída se topó con la pierna de Curry dañando la rodilla izquierda de éste.
Todo apunta a que es un esguince de rodilla que podría afectar al ligamento colateral medio, pero habrá que esperar a la resonancia magnética a la que se someterá hoy el jugador
A pesar de la desgracia, Curry aún tuvo tiempo para bromear tras el partido: "Estoy bien. Bueno, al menos no es el tobillo", aseguró a los medios.