Pau Gasol ha perdido peso en los Spurs en los últimos partidos. Con una crisis grave a cuestas, Gregg Popovich ha dejado de lado su idea de un quinteto inicial clásico (con dos hombres altos) y ha apostado por salir con LaMarcus Aldridge como única referencia interior.
El español es el gran sacrificado por esa decisión de Popovich, aunque no el único. Y es que parece que el viejo maestro ha apostado por seguir los nuevos tiempos NBA y olvidar sus dogmas como entrenador.
Spurs ha jugado sus últimos 4 partidos en casa (ganando todos ellos) y en los 4 ha utilizado de inicio un quinteto formado por dos bases -Dejounte Murray y Patty Mills-, Danny Green como alero, Kyle Anderson como ala-pívot (es un alero de 2,06) y Aldridge como gran referencia en la zona, con más espacios para jugar.
Gasol ha pasado a la suplencia en los 4 encuentros, pero lo más grave para él es que su tiempo en cancha se ha desplomado. En 3 de esos 4 juegos no ha llegado a los 20 minutos de acción y la media en los 4 se cifra en 16,3 minutos, casi 10 menos que los que venía jugando.
Pau jugó 15 minutos ante Orlando, 10 frente a New Orleans, 24 frente a Minnesota y 16 ante Golden State, partidos en los que ha promediado 8,8 puntos, 5,3 rebotes, 1 tapón y 2,5 asistencias.
Mientras, Aldridge ha brillado con luz propia sin Gasol al lado en el quinteto inicial. El All-Star texano ha promediado en las 4 victorias 30,3 puntos y 9 rebotes.
Otro de los perjudicados por el movimiento táctico de Popovich ha sido el letón Davis Bertans, que estaba jugando bastantes minutos y estaba apretando a Gasol. Ahora, su presencia en pista se ha convertido en testimonial.