Derrick Rose volvió a jugar. No lo hacía desde el 7 de febrero. Llevaba algo más de un mes sin vestirse de corto. Lo hizo este domingo para debutar con Minnesota Timberwolves. Venciendo a los vigentes campeones, los Warriors. En un gran partido de Karl-Anthony Towns.
Rose se reencontró con su viejo entrenador. Llevaba años sin jugar a las órdenes de Tom Thibodeau. Partió desde la segunda unidad. Compartió pista con Tyus Jones y Jamal Crawford. En realidad, ejerció de escolta. No se le vio demasiado fino.
Sumó 2 puntos, 1 rebote, 2 asistencias y 2 pérdidas. En 7 minutos. Tras meter solo uno de sus 5 intentos de canasta. Su equipo encajó un -17 con él en pista.
Antes del partido, Rose se había mostrado impaciente por exhibir su juego. Respondió con palabras a los que prácticamente le han retirado del baloncesto con 29 años. "Me siento bien, mi cuerpo se siente bien", dijo el que fuera MVP de la NBA.
Luego, en el juego, no se mostró fluido. Solo era el primer partido con Minnesota. Vendrán otros. Ahora solo piensa en remontar el vuelo. Atrás queda su frustrante experiencia con Cleveland Cavaliers.