Fue un partido extraño. El Oracle Arena vivió vaivenes inesperados. Más que nada porque el rival era Brooklyn Nets. Y nadie esperaba una oposición seria por parte del equipo neoyorquino. Pero la hubo hasta que Warriors apretó definitivamente el acelerador.
El partido iba 10-14 cuando Warriors explotó. Parcial de 25-0 para los locales con Stephen Curry a tope. Y de ese 35-14 al 35-19 con el que finalizó el primer cuarto. Todo apuntaba a una paliza inmisericorde.
Sin embargo, el segundo cuarto resultó insólito. ¡13-34 para Nets! Con Golden State en 6 de 18 en el tiro. Increíble, pero cierto: 48-53 al descanso.
Los locales salieron con ganas tras el intermedio. Metieron 38 puntos en el tercer cuarto sembrando la semilla del triunfo. El 66-48 de la segunda parte habla bien a las claras de la concentración del equipo de Steve Kerr. Los Warriors suman 50 victorias y están a la estela de los Rockets. Porque al final ganaron 114-101.
Lo hicieron anotando el 57% de sus tiros. Con Stephen Curry al frente. Hizo el base 34 puntos y 6 triples. Con un 60% de acierto en el tiro de campo. Kevin Durant sumó 19 puntos. Klay Thompson logró 18. Draymond Green, 16 con 9 asistencias. Y JaVale McGee, 12 en 15 minutos. Los cinco titulares marcaron la pauta.
La mala noticia fue la torcedura de tobillo de Jordan Bell. Venía de una lesión. No parece que ésta sea seria. Sucedió en el tercer cuarto. Estaba jugando bien.
Los Nets tuvieron a D'Angelo Russell en 22 puntos y 8 pases de canasta. DeMarre Carroll metió 19.