Era el gran partido de la jornada y los Warriors lo solventaron con facilidad a pesar de su titubeante comienzo, un arranque que deparó un 27-37 en el primer cuarto. A partir de ahí, la dinámica ofensiva de Golden State resultó imparable hasta alcanzar el final con victoria por 122-105 ante los Spurs.
Respuesta de los locales en el segundo cuarto para irse 58-55 al descanso y golpe definitivo al partido en el tercer cuarto con parcial de 33-20 que les puso con 16 de ventaja al inicio del último acto.
Warriors ganó a pesar de la normalita actuación de Stephen Curry y la gris noche de Kevin Durant, que solo anotó 10 puntos, su peor puntuación de la temporada. Estuvieron al quite Klay Thompson (25 puntos y 5 triples), importante en el tercer cuarto, y Draymond Green (17 tantos, 11 asistencias y 8 rebotes). El quinteto inicial estuvo por entero en dobles figuras anotadoras y David West brilló en la suplencia.
El triunfo llevó a Steve Kerr a convertirse en el entrenador que más rápido alcanza las 250 victorias en la NBA. En 302 encuentros. Batiendo los 346 de Phil Jackson. Eso sí, 39 de esos 250 triunfos se los tiene que agradecer al que entonces era su ayudante, Luke Walton, ya que Kerr estuvo ausente todo ese tiempo por culpa de sus problemas con la espalda.
El partido registró 65 asistencias (35 locales y 30 visitantes) y unos porcentajes de tiro de Warriors inalcanzables para cualquier rival: 56% de campo, 44 en triples y 93 en libres.
LaMarcus Aldridge y Kyle Anderson lideraron la anotación texana con 20 puntos cada uno, Manu Ginóbili brilló con 13 tantos y 6 asistencias en 19 minutos, Pau Gasol solo jugó 11 minutos (7 puntos y 3 rebotes) y el letón Davis Bertans, que ha quitado la titularidad a Pau, fue el jugador visitante con más minutos en cancha.