La temporada de Seth Curry ha sido una ruina. Una lástima, porque venía de hacer la mejor campaña de su vida en su primer año con Dallas Mavericks. El segundo año con los texanos ha sido otra historia: no ha jugado ni va a jugar un solo encuentro.
Temporada en blanco. Curry sufrió una lesión en octubre, no pudo debutar en la temporada y ahora tendrá que pasar por el quirófano y renunciar a lo que resta de campaña.
El hermano de Stephen Curry se someterá a cirugía para intentar reparar la lesión que sufre desde hace 4 meses en la tibia izquierda, una lesión que le llegó por sobrecarga. Tras la operación, entre 12 y 14 semanas de baja.
Lo único positivo es que el jugador podrá estar recuperado el 1 de julio, una fecha muy importante porque está en su último año de contrato y ese día se convertirá en agente libre.
Curry venía de hacer una temporada excelente. En el curso 2016-2017 hizo los mejores números de su carrera NBA al promediar 12,8 puntos, 2,6 rebotes y 2,7 asistencias con buenos porcentajes, excelente desde el tiro de 3 con un 42,5%. Jugó entonces 70 partidos, 42 de ellos como titular. Todo un contraste con la presente campaña en la que no ha disputado ni un solo segundo.