El Wells Fargo Center fue una caja de alegrías anoche. Los Sixers, liderados por Joel Embiid, prolongaron la fiesta de la Super Bowl, el triunfo histórico de los Eagles que dejó sin dormir el pasado domingo a la ciudad de Filadelfia. Esa prolongación consistió en una buena victoria ante los Wizards.
El triunfo (115-102) sitúa a los Sixers en puesto de playoffs -octavos en el Este con 26 victorias y 25 derrotas- y supone la primera derrota de los Wizards desde que están sin el lesionado John Wall (5-1 es la marca del equipo sin él).
Con un buen número de jugadores de los Eagles recibiendo el homenaje de la afición de Sixers, el equipo de Brett Brown empezó como una moto, contagiado del espíritu ganador de la ciudad, y endosó al rival un 37-20 en el primer cuarto que marcó el partido.
Los Sixers fueron superiores de principio a fin, aunque Wizards tuviera algunos momentos de recomposición. Esa superioridad se plasmó en el rendimiento del quinteto inicial de los locales. Todos en 10 o más puntos y 4 componentes en 15 o más.
Joel Embiid dominó a su antojo los tableros con 27 puntos, 12 rebotes y 3 tapones, yéndose hasta los 32 minutos de acción, Dario Saric firmó 20 tantos y 7 rebotes, J.J. Redick aportó 18 tantos con 4 triples y Ben Simmons añadió 15 puntos y 8 asistencias metiendo el 75% de sus tiros.
En los Wizards, Bradley Beal fue el mejor. Actuación completa del escolta cifrada en 30 puntos. Además, 17 tantos y 8 rebotes de Otto Porter Jr.
Al equipo capitalino se le vio cansado en pleno 'back-to-back' y no rindió como en pasadas ocasiones.