La imagen más dura de la jornada nos la dejó Isaiah Canaan. El jugador de Phoenix Suns sufrió una terrible lesión cuando se disputaban los últimos segundos del primer cuarto del partido Suns-Mavericks. Canaan entró a canasta, sufrió una falta y su aterrizaje en la pista resultó dañino para la vista.
Canaan apoyó la pierna izquierda de muy mal modo en la pista, de modo que el pie quedó atrapado y el tobillo se rompió, quedando el pie en dirección contraria al resto del cuerpo.
De inmediato se vio la gravedad de la lesión. Los jugadores de uno y otro equipo se alejaron del lesionado horrorizados, la grada estaba noqueada y algunos baloncestistas se tapaban los ojos. Devin Booker, sin ir más lejos, estaba en la banda y ocultó su rostro con la sudadera que llevaba. La cosa pintaba mal.
El veterano Jared Dudley, lejos de irse del radio de acción de Canaan, fue el primero en acercarse raudo a su compañero para tenderle su ayuda. Tras él, rápidamente, el médico del equipo, Tom Carter, que atendió al jugador y reubicó el pie dañado. Luego, el lesionado tuvo que ser retirado de la cancha en camilla.
Canaan apenas llevaba 5 minutos en la pista. El jugador exterior había llegado a los Suns el 13 de diciembre y lo estaba haciendo bastante bien. Antes de empezar el encuentro de anoche promediaba 9,4 puntos y 4,2 asistencias en 18 partidos.
Phoenix ganó a Dallas 102-88, pero los pensamientos de todos estaban con Canaan. Le espera un largo proceso de rehabilitación.