"Quiero jugar, quiero jugar, quiero estar en la cancha". Quien se expresa con esa vehemencia y también con esa frustración no es otro que Willy Hernangómez. El jugador español está pasándolo muy mal en su segundo año en la NBA.
Su temporada de novato con Knicks resultó muy prometedora, pero parece que la salida de la franquicia de Phil Jackson está perjudicando mucho al jugador madrileño. No se explica de otro modo su salida drástica de la rotación de Jeff Hornacek por mucho que el técnico confíe más en otros dos pívots de la plantilla, Enes Kanter y Kyle O'Quinn, y que exija más defensa al ex del Real Madrid.
Willy jugó 72 de los 82 partidos posibles como novato y fue titular 22 veces. Promedió 18,4 minutos en la campaña. Nada que ver con su segundo año. El madrileño ya se ha perdido 19 de los 34 partidos jugados por su equipo a pesar de estar sano y sus minutos se han reducido a 10,6. Nada funciona como esperaba.
Una situación dura
"Me gusta Nueva York, KP (Kristaps Porzingis) está aquí, pero quiero jugar", incide el internacional español, gran amigo de Porzingis desde su etapa común en Sevilla, en declaraciones publicadas por el New York Post.
Sobre su caída de la rotación, reconoce la difícil situación por la que atraviesa: "Ha sido realmente duro para mí". Y añade que trabaja para que todo cambie. "He estado trabajando duro cada día. Todo lo que hago es al 100%".
A pesar de su complicada situación, el periodista Marc Berman asegura en el Post que los Knicks siguen contando con Hernangómez como parte de su futuro, a la par que saben que el valor del pívot en el mercado sigue siendo bueno, pero que terminará por devaluarse si no gana minutos en la rotación de Hornacek.