Los Sixers volvieron a desinflarse. Otro partido perdido cuando estaba prácticamente ganado. Se fueron al descanso venciendo 65-52. Aquirieron una ventaja de 22 puntos (76-54) al inicio del tercer cuarto. Y, sin embargo, sucumbieron.
Un hombre fue el auténtico verdugo de los Sixers: DeMar DeRozan. El escolta de Toronto hizo un partido memorable. Anotó su mejor puntuación NBA y su récord en triples. El inicio ya fue un indicativo indudable. ¡Metió 4 triples de 4 intentos en el primer cuarto! Un jugador que nunca ha sido un buen tirador de 3.
Al final del partido, 45 puntos con 6 triples de 9 intentos. Excelentes porcentajes en todos los campos. Yéndose 15 veces a la línea de libres. Un DeRozan imparable. Ni un buen defensor como Robert Covington pudo con él.
Muchas imprecisiones
El partido resultó muy vivo y muy impreciso. ¡Se perdieron 44 balones! Los locales perdieron 23 y los visitantes 21. Los Sixers, otra vez sin Joel Embiid, no aprovecharon su acierto en el tiro.
A DeRozan le acompañó Kyle Lowry. El base hizo 23 puntos y 9 rebotes. Eso sí, perdió 7 bolas. Mal otra vez Jonas Valanciunas. Mientras que Serge Ibaka bajaba su ritmo. Acabó con 12 puntos y 8 rebotes. En 34 minutos.
Ben Simmons fue el máximo anotador local. Sumó 20. Pero extravió 7 balones. Covington sumó 19 con 5 robos y 5 triples. Richaun Holmes aportó desde la suplencia. Y Dario Saric fue el mejor de todos. Con 18 puntos, 10 rebotes y 9 asistencias.