Dwyane Wade se está reinventando en Cleveland, tal y como otras muchas estrellas hicieron al llegar a la recta final de sus carreras deportivas. El ex de Heat y Bulls está aceptando sin problemas su tránsito de jugador estrella a anotador secundario y su paso de la titularidad a la suplencia.
D-Wade afirma sentirse cómodo en ese tránsito, en su adaptación al juego conforme siente su cuerpo.
"No voy a hablar como si quisiera jugar 40 minutos por noche o quisiera tener el balón 90 veces por partido. No quiero eso. Mi cuerpo no puede hacerlo", ha reconocido el jugador, que con 35 años está teniendo las peores estadísticas de su carrera NBA.
El escolta promedia desde su llegada a los Cavs 11,1 puntos, 3,9 rebotes y 3,9 asistencias en 21 partidos en los que ha jugado una media de 23,5 minutos. Nada que ver con su pasado.
Su papel es menos importante, pero no deja de tener su peso en la rotación de Tyronn Lue, una situación que se hace aún más sostenible con las 10 victorias consecutivas que atesora Cleveland.
LeBron James, el capo del equipo y excompañero en Miami, se ha mostrado impresionado por la capacidad de adaptación de Wade, al que sigue considerando una gran estrella.