Martell Webster no juega al baloncesto desde 2015. La culpa de tan larga ausencia radica en una lesión en la cadera que parecía abocarle a la retirada. Era la gota que colmaba el vaso tras un largo historial de lesiones, buena parte de ellas localizadas en la espalda.
Sin embargo, el jugador no arroja la toalla. Porque Webster quiere volver a jugar al baloncesto y va a intentar convencer a algún equipo de la NBA de que su cuerpo es el adecuado para soportar los rigores físicos de la competición.
Lo avanza el Boston Globe, que informa sobre la intención del jugador, que tiene 30 años.
No cabe ninguna duda de que, de estar sano, Webster podría aportar en la NBA un notable tiro exterior y experiencia en los vestuarios y en la pista partiendo como suplente.
No en vano, suma 10 años en la NBA (con 580 partidos de fase regular) y ha anotado el 38,2% de sus intentos triples en su larga trayectoria en la liga, donde promedia 8,7 puntos.
El problema es saber hasta qué punto Webster está recuperado de la dolencia que le ha tenido y tiene, si no hay novedades, al borde de la retirada prematura.